Quedarme con la idéa de que solo quiero verte me pesa y debilita casi de forma ridícula, pero si lo pienso con detenemiento y examino mi reacción frente a ciertos estímulos puedo dar cuenta de ello.
Soñé que iba, en secreto, a ver si te encontraba cerca de tu barrio, iba a observarte de lejos. Mientras paseaba por algunos lares conocidos crei verte a loo cual decidí conservar distancia, el problema era que la distancia segura me impedía verte bien, pareciera que no eras tú. La deje pasar manteniendo algo de cabida a la casualidad, fue cuando me atrapaste por sorpresa, me caiste encima, me saludaste y me besaste, preuntaste que hacia yo ahí. Parecias muy feliz de verme, y yo estaba realmente entusiasmado con tu aparición.
No siento culpa aun por esto, pero me preocupa no llevar las cosas como los demás, voltear y decir que no te reconosco y si pasó algo no es más que una vieja historia. ¿Es que tanto significó?, sí, así es. Si, estoy enfermo, casi incoherente, poco racional, ¿o es que la razón reconoce el estado y trata de disfrazarlo?.
Si algo sé es que no es amor, el amor no es así, creo. Tiene nombre de capricho y gusto a sal. Es vergonzoso como el borracho que trata de reavivar viejos amores. Que las cosas ya pasaron se entiende o se asume, pero me niego a asumir por asumir y menos logro entender por qué debe ser así. Qué pasó, terminamos con una exajerada sencibilidad al respecto, a eso sumamos unas ganas tremendas de no querer pensar tanto en esto y también sumamos el hostigamiento de no entender.
El cansancio de un par de años trabajando sin parar también auda a esta decadencia y una tristeza del porte de una isla, guardada en mi colon me hunde más en esto.
Solo quiero un alto, paren el mundo solo un rato necesito vomitar.
martes, 15 de abril de 2008
Estabas ahí.
Etiquetas:
Instrospectiva
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario